sábado, 5 de febrero de 2022

El dominio militar del ejército Romano

El ejército fue la pieza clave de la expansión del imperio romano. las legiones, su elemento fundamental, se fueron configurando desde tiempos de la monarquía (753-509 a. C.), convirtiéndose en la maquinaria militar perfecta que permitió llevar el poder de roma a su máxima extensión.


Surgimiento y expansión del dominio romano

Durante el periodo monárquico, roma apenas traspasó los límites del ámbito latino. la expansión del dominio romano en toda la Península itálica en torno al 275 a. C. desembocó en un enfrentamiento directo con Cartago por el control marítimo. la primera guerra púnica, conflicto entre ambas potencias, supuso para roma la anexión de sicilia, Cerdeña y Córcega (241 a. C.). el pago de las elevadas indemnizaciones de guerra exigidas a Cartago hizo reaccionar a esta potencia que comenzó a crear un auténtico imperio territorial en el sur y el este de la Península ibérica, regiones que cayeron en manos de roma después de la segunda guerra púnica (219- 202 a. C.). 

El dominio militar del ejercito Romano

La tercera guerra púnica y la destrucción de Cartago (146 a. C.) significó la desaparición definitiva de su rival y la creación de la provincia romana de áfrica. a lo largo del siglo II a. C., los éxitos en la política exterior se vieron acompañados por una profunda crisis social, al empeorar la situación de las clases humildes. esta inestabilidad derivó en continuas guerras civiles. desde el año 27 a. C., conservando aparentemente las formas republicanas, el poder militar, político y buena parte del financiero están en manos de Octavio, que recibe el título de augusto, inaugurando un nuevo régimen de corte monárquico que se suele denominar Principado. la política de augusto pretendió estabilizar las fronteras del imperio, cimentada sobre la base de la creación de un ejército, una imponente maquinaria de guerra, que permitió conquistar nuevos territorios. es en este momento cuando culmina la ocupación del norte de Hispania, el interior de Asia menor y toda la franja fronteriza de la Europa central y occidental, fijando la frontera en la línea natural del rin y el Danubio, protegida mediante el establecimiento de tropas y la construcción de obras defensivas, el llamado limes o frontera. los sucesores de augusto continúan ampliando los dominios de roma hasta que, en tiempos de Adriano, la expansión implica un coste económico tan elevado que obliga a desguarnecer amplias zonas fronterizas. en este periodo, los esfuerzos se concentran en defender los más de 9000 km de frontera, a lo largo de las cuales se estacionarán 28 legiones, sin contar las tropas auxiliares. la concentración de fuerzas fue aumentando con el tiempo hasta alcanzar las 35 legiones a comienzos del siglo III d. C., lo que supone unos 225.000 soldados romanos. esto comportaba una carga económica que las arcas del imperio no podían sostener durante demasiado tiempo, como demuestra la profunda crisis que, a mediados del siglo III d. C., sacudió el imperio, transformándolo radicalmente.
 

Una maquinaria de guerra perfecta: El ejército romano 

El ejército romano evolucionó considerablemente a lo largo del proceso que convirtió a roma en la dueña del mediterráneo. a lo largo de toda su historia, fueron rasgos característicos del ejército romano su férrea disciplina y su capacidad de maniobra y recuperación. una cuidada administración y el trabajo y entrenamiento continuo permitieron que pudiera sobrevivir en condiciones muy adversas. la milicia originaria, en las frecuentes luchas que debían enfrentar esta comunidad con las poblaciones vecinas, estaba formada por aristócratas guerreros. el ejército estaba compuesto por 3000 infantes y 300 jinetes, reclutados entre las 30 curias en que se organizaba la ciudad. el armamento lo aportaba el soldado, no la ciudad, de ahí que los infantes se diferenciaran según su fortuna: los mejor equipados eran los ricos. sin embargo, en época republicana, conforme la ciudad crecía en riqueza y población, la obligación de servir como soldado se extendió a todo hombre adulto ciudadano capaz de proveerse del equipo necesario en servicio de la comunidad. estos hombres luchaban cuando así era necesario y luego retornaban a sus hogares y actividades cotidianas. la fortaleza de las legiones y su flexibilidad táctica hicieron el ejército romano muy superior a cualquier otro de la época.
 

Los continuos enfrentamientos con Cartago y con los reinos helenísticos, además de impulsar numerosas reformas tácticas y operativas que aumentaron el rendimiento del ejército, suponían una presión creciente sobre los ciudadanos, lo que obligó a abandonar el sistema de reclutamiento obligatorio por el ejército profesional, alistado entre los ciudadanos más pobres, que cobraban un salario, y con oficiales que procedían de las clases superiores, senatorial y ecuestre. El servicio militar se convirtió así en una carrera que duraba casi toda la vida en unidades permanentes. se atribuye a Mario esta reforma, que habría tenido lugar a finales del siglo II o primeras décadas del I a.C.
 

El dominio militar del ejercito Romano
Milecastle (puesto fronterizo) nº 39 de Muro de adriano (Inglaterra)

Bajo augusto, el ejército se convierte en una institución permanente y profesional. el princeps disminuye los elevadísimos contingentes militares generados por las luchas del periodo tardo-republicano, licenciando 50 legiones, creando colonias y repartiendo tierras a los veteranos. el reclutamiento quedó restringido a los ciudadanos romanos e itálicos, o a ciudadanos romanos de las provincias, fieles a los nuevos valores del Principado. 

El número de legiones queda fijado en 28, a las que se añaden las tropas auxiliares (auxilia), divididas en unidades de infantería (cohortes) y caballería (alae), componiendo una fuerza de entre 300.000 y 350.000 hombres. el licenciamiento se producía tras 20 años de servicio, durante los cuales los soldados no podían casarse, por lo que sus hijos eran ilegítimos. la lealtad a las insignias de la unidad y el juramento al emperador eran símbolos de que el individuo se integraba en una vasta maquinaria que cuidaría de él en todo, pero también podía exigirle. el estado pagaba un salario al soldado y se le proporcionaba asistencia médica, aunque se le descontaba parte por los gastos de alimentación, vestido y calzado. 

Con posterioridad a su licenciamiento, los soldados recibían una cantidad en metálico y, para muchos, sirvió como medio de promoción, ya que después de prestar servicio, se obtenía la ciudadanía romana.



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