domingo, 29 de mayo de 2022

La ciudad de Babilonia al detalle

Babilonia (605 a.C- 652a.C) es un nombre grabado para siempre en la historia. La capital del Imperio babilónico, en la antigua Mesopotamia, se convirtió en uno de grandes centros culturales de la antigüedad antes de ser desgarrada por las revueltas y, finalmente, conquistada y saqueada por los asirios en el 689 A.C. Después de un período de estancamiento, Babilonia fue restaurada por Nabopolasar, que derrotó a los asirios e inició el Imperio Neobabilónico. El renovado esplendor de Babilonia alcanzó su apogeo durante los 43 años del reinado de su hijo, Nabucodonosor II.

 

La ciudad de Babilonia al detalle

Centro religioso

Babilonia era también un importante centro religioso. La ciudad de Babilonia  se jactaba de sus 53 templos, sus 955 pequeños santuarios y sus 384 altares públicos, todos ellos desaparecidos desde hace siglos tras la caída del imperio neobabilónico, ya que los edificios estaban hechos de arcilla y requerían un mantenimiento casi constante.

La vía principal de Babilonia partía de la puerta de Ishtar y llevaba hasta la Esagila, un gran complejo religioso de templos que rodeaban el gran zigurat de Etemenanki. Las calles estaban dispuestas en cuadrícula, lo que contribuía al tránsito de las cuadrillas de trabajadores que levantaban los templos y palacios de la ciudad.

La ciudad estaba situada en el río Éufrates, que dividía Babilonia en dos grandes áreas: la ciudad vieja y la nueva. Aquella gran vía fluvial contribuyó a que la ciudad alcanzase una población de medio millón de habitantes, convirtiéndose en uno de los centros urbanos más grandes del mundo. No sólo regaba los Jardines Colgantes, también era fundamental para la supervivencia de su medio millón de habitantes. Las técnicas de irrigación surgieron hacia el 6000 A.C. y contribuyeron a los asentamientos en las áridas llanuras mesopotámicas, propiciando el cultivo y proporcionando a la ciudad una fuente sostenible de alimento.

Durante su reinado, Nabucodonosor II ordenó un ambicioso programa de reconstrucción que incluía la edificación de formidables murallas interiores y exteriores para proteger a la ciudad. Los jardines colgantes y la Puerta de Ishtar, los dos monumentos más legendarios de la ciudad, fueron construidos en este periodo. Se piensa que el rey mandó construir los Jardines Colgantes como un regalo para su esposa Amyitis, que añoraba las montañas de su tierra natal. Aquella magnífica estructura tenía un laberinto de cascadas y una densa vegetación. Se estima que se necesitaban 37.278 litros de agua al día para regar los famosos jardines colgantes

La ciudad de Babilonia al detalle
JARDINES COLGANTES DE BABILONIA

La ciudad de Babilonia al detalle

El riego estaba garantizado gracias a una innovadora bomba de tornillo que elevaba el agua. Nabucodonosor tenía tres palacios principales en la ciudad.

El palacio norte era la residencia de verano. Después del periodo de prosperidad, Babilonia cayó en la ruina tras la muerte de Nabucodonosor.

Puerta de Ishtar

La Puerta de Ishtar era una de las ocho entradas a la ciudad, quizá la más bella de todas, y estaba decorada con ladrillos de vidrio e imágenes de leones y grifos.Servía como entrada ceremonial a los muros interiores de Babilonia y conducía a los santuarios del zigurat y de Esagila. Las 120 representaciones animales en la puerta y las paredes representaban a los animales santos del antiguo dios mesopotámico Adad, a Ishtar la diosa del amor y al dios imperial Marduk.

Más tarde fue gobernada por los imperios persa y macedonio. Sin embargo, Babilonia pervive en la historia, y sus ruinas siguen siendo un lugar de peregrinación. En la década de los 80 Saddam Hussein hizo un nefasto intento de reconstruirla, acometiendo la construcción de su propio palacio, despojando para ello los restos arqueológicos.

miércoles, 4 de mayo de 2022

El quetzal,ave sagrada de mayas y aztecas

En la antigua Mesoamérica existían cazadores profesionales que capturaban vivos a los quetzales para comercializar su bello plumaje, con el que se elaboraban espléndidos tocados.

 

El quetzal,ave sagrada de mayas y aztecas

El quetzal es una de las aves más hermosas del continente americano y un pájaro sagrado para todas las culturas mesoamericanas, porque en este animal se funden el cielo y la tierra.

El quetzal no posee la envergadura del cóndor andino ni la potencia del águila, pero su belleza le hizo objeto de deseo entre la nobleza mesoamericana,y la iridiscencia de sus plumas alimentó mitos y dioses.

El quetzal, según fray Bernardino de Sahagún, cronista español del siglo XVI, «tiene plumas muy ricas y de diversos colores; el pico agudo y amarillo, un tocado en la cabeza, de pluma, como cresta de gallo. Las plumas que crían en la cola se llaman quezalli [y] son muy verdes y resplandecientes y toda la espalda tiene las plumas verdes muy resplandecientes».

Cuando la neblina de los tupidos bosques se levanta, con suerte se puede observar a estas aves alimentándose de aguacates silvestres o realizando maniobras de cortejo, dejando en el cielo coloridas estelas de plumas. Fue tal vez en ese mágico instante cuando los antiguos mesoamericanos quedaron hechizados y vieron en esta ave la reencarnación de uno de sus dioses más antiguos: Quetzalcóatl para los aztecas o Kukulkán para los mayas


El quetzal,ave sagrada de mayas y aztecas

Desde el principio de los tiempos, los pueblos originarios de Mesoamérica (la región cultural que comprende México y América Central) sucumbieron a la belleza de esta ave prodigiosa, cuyos machos están provistos de cuatro plumas caudales de 90 centímetros de largo. Con estas largas plumas se confeccionaban penachos exclusivos para las élites mesoamericanas: mreyes, sacerdotes y guerreros lucieron estos tocados, e incluso la palabra «quetzal» formó parte de los nombres de algunos gobernantes, como Quetzal Jaguar I (K’uk Balam), fundador de la dinastía de Palenque.

El tráfico de estas plumas originó un comercio de lujo controlado por los pochtecas o comerciantes de larga distancia, y de su elaboración se encargaron los amantecas, unos artesanos especializados en confeccionar elementos con plumas. Los quetzales eran tan preciados que cazarlos sin permiso se pagaba con la vida.

Los mesoamericanos pronto comprobaron que la reproducción de esta ave en cautividad era muy complicada, tal como expresa la Relación de Guatemala, del siglo XVI: «Imposible criarlos, ni en jaula ni de otra manera, aunque se ha probado, porque ni quieren comer ni reposar». Por eso los aztecas enviaban a sus mejores cazadores a los bosques tropicales de Guatemala, para que los atraparan sin estropear las preciadas plumas. «Esta granjería de las plumas es muy costosa y trabajosa, y aun peligrosa para los indios, porque, demás de gastar muchos días en caminos y en esperar la caza, muchas veces caen de los árboles y se quiebran piernas y brazos, y algunas veces mueren . Habían de dejar el trepar para los monos, que se ayudan de la cola que Dios les dio como cuerda para colgarse dellas, y dejarían a estas pobres y hermosas aves gozar de su librea verde y dorada». Una vez localizados los pájaros «aguárdanlos cuando están en los nidos y cógenlos dentro, y pélan las a las tristes todo el cuerpo y cola, salvo los cuchillos de las alas, y ansí las envían en camisa [a las aves]».

También había árboles con nidos de quetzal que, sin duda, pertenecían o al rey o a algún noble. En este caso, los pájaros se cazaban «con varas o cuerdas de liga, las cuales ponen en los bebederos, o en los árboles donde tiene el pájaro su comida, que es una frutilla conocida de los indios. Y estos árboles y bebederos son de indios particulares y se venden y heredan».

El quetzal,ave sagrada de mayas y aztecas
 

En la actualidad, el quetzal está considerado una especie en peligro. El problema de su conservación no radica sólo en la caza furtiva y su comercio ilegal, sino también en la deforestación de su hábitat. Si no se remedia, sólo quedará su memoria en los antiguos libros y piedras mesoamericanos o en la bandera y la moneda de Guatemala que, en 1871, la declaró ave nacional.