Babilonia (605 a.C- 652a.C) es un nombre grabado para siempre en la historia. La capital del Imperio babilónico, en la antigua Mesopotamia, se convirtió en uno de grandes centros culturales de la antigüedad antes de ser desgarrada por las revueltas y, finalmente, conquistada y saqueada por los asirios en el 689 A.C. Después de un período de estancamiento, Babilonia fue restaurada por Nabopolasar, que derrotó a los asirios e inició el Imperio Neobabilónico. El renovado esplendor de Babilonia alcanzó su apogeo durante los 43 años del reinado de su hijo, Nabucodonosor II.
Centro religioso
Babilonia era también un importante centro religioso. La ciudad de Babilonia se jactaba de sus 53 templos, sus 955 pequeños santuarios y sus 384 altares públicos, todos ellos desaparecidos desde hace siglos tras la caída del imperio neobabilónico, ya que los edificios estaban hechos de arcilla y requerían un mantenimiento casi constante.
La vía principal de Babilonia partía de la puerta de Ishtar y llevaba hasta la Esagila, un gran complejo religioso de templos que rodeaban el gran zigurat de Etemenanki. Las calles estaban dispuestas en cuadrícula, lo que contribuía al tránsito de las cuadrillas de trabajadores que levantaban los templos y palacios de la ciudad.
La ciudad estaba situada en el río Éufrates, que dividía Babilonia en dos grandes áreas: la ciudad vieja y la nueva. Aquella gran vía fluvial contribuyó a que la ciudad alcanzase una población de medio millón de habitantes, convirtiéndose en uno de los centros urbanos más grandes del mundo. No sólo regaba los Jardines Colgantes, también era fundamental para la supervivencia de su medio millón de habitantes. Las técnicas de irrigación surgieron hacia el 6000 A.C. y contribuyeron a los asentamientos en las áridas llanuras mesopotámicas, propiciando el cultivo y proporcionando a la ciudad una fuente sostenible de alimento.
Durante su reinado, Nabucodonosor II ordenó un ambicioso programa de reconstrucción que incluía la edificación de formidables murallas interiores y exteriores para proteger a la ciudad. Los jardines colgantes y la Puerta de Ishtar, los dos monumentos más legendarios de la ciudad, fueron construidos en este periodo. Se piensa que el rey mandó construir los Jardines Colgantes como un regalo para su esposa Amyitis, que añoraba las montañas de su tierra natal. Aquella magnífica estructura tenía un laberinto de cascadas y una densa vegetación. Se estima que se necesitaban 37.278 litros de agua al día para regar los famosos jardines colgantes
JARDINES COLGANTES DE BABILONIA
El riego estaba garantizado gracias a una innovadora bomba de tornillo que elevaba el agua. Nabucodonosor tenía tres palacios principales en la ciudad.
El palacio norte era la residencia de verano. Después del periodo de prosperidad, Babilonia cayó en la ruina tras la muerte de Nabucodonosor.
Puerta de Ishtar
La Puerta de Ishtar era una de las ocho entradas a la ciudad, quizá la más bella de todas, y estaba decorada con ladrillos de vidrio e imágenes de leones y grifos.Servía como entrada ceremonial a los muros interiores de Babilonia y conducía a los santuarios del zigurat y de Esagila. Las 120 representaciones animales en la puerta y las paredes representaban a los animales santos del antiguo dios mesopotámico Adad, a Ishtar la diosa del amor y al dios imperial Marduk.
Más tarde fue gobernada por los imperios persa y macedonio. Sin embargo, Babilonia pervive en la historia, y sus ruinas siguen siendo un lugar de peregrinación. En la década de los 80 Saddam Hussein hizo un nefasto intento de reconstruirla, acometiendo la construcción de su propio palacio, despojando para ello los restos arqueológicos.
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