sábado, 11 de junio de 2022

El imperio mandinga de Malí

África conoció esplendorosos y cultos reinos, emperadores legendarios y también crueles luchas entre etnias rivales, cuando los blancos aún no habían creado allí países artificiales ni sangrado a la población con la esclavitud.

El pueblo mandén tiene en su haber la fundación del mayor de los antiguos imperios del oeste africano. Su capital fue Tombouctoú y podríamos comprender su importancia cuando en el siglo XV tenía 100.000 habitantes


El imperio mandinga de Malí

El imperio mandinga de Malí

Como sucede con Etiopía, nadie que conozca el actual Malí (45 años de esperanza de vida para los varones y 250 dólares de renta per capita) podría suponer que antaño fuera un gran imperio.

Sin embargo, desde mitad del siglo XIII a mediados del XVI, las cosas eran bien distintas en esta zona de África que siempre se había caracterizado por ser un punto de encuentro entre razas y culturas. La prueba es que todavía hoy se hablan más de veinte lenguas diferentes en el territorio. El imperio mandinga de Malí tuvo un origen extrañamente parecido al de muchos reinos de leyenda.

En el mismo espacio convivían tres naciones distintas: los keita, los konaté y los taraoré.

Los keita se convirtieron masivamente a la religión mahometana, lo que condujo a una guerra en la que fueron aniquilados su rey y once de sus doce hijos. Los asaltantes hallaron al duodécimo tan gravemente enfermo que decidieron que no valía la pena matarlo. Pero el muchacho, llamado Sundiata, no sólo recobró por completo a salud –lo que se interpretó como una intervención divina–, sino que también recuperó su reino y lo transformó en un gran imperio que incluía las interminables tierras del Sahel, así como Gangaram y Mambuko, dos zonas ricas en oro.

Sundiata, el rey león, ha quedado como una figura épica en torno a la cual se han construido numerosas leyendas. Parece que también estaba dotado de un notable sentido diplomático, imprescindible para dominar un Estado tan complejo como el suyo. La clave de su éxito fue un eslogan comprensible para los habitantes de aquellas riberas del Níger: “Separados, somos hormigas. Juntos, seremos como hipopótamos”. La palabra malí significa, precisamente, hipopótamo.

El imperio malinké o mandinga creció aún más cuando se hizo cargo de él Mansa Ulé, el rey rojo, hijo de Sundiata, y llegó a su punto culminante hacia 1320, con el reinado de Kango-Mussa, quien dominó el mayor imperio del Africa occidental. Para ello, organizó un ágil ejército de caballería, experto y entrenado, y una poderosa flota de canoas gigantes que le daba la supremacía fluvial y marítima.

Este poder naval se convirtió en obsesión para el rey Abubakr II, que deseaba conocer el confín del océano. Envió primero una pequeña flota, de la que sólo regresó una embarcación para dar cuenta de que las restantes habían perecido en una gran tempestad. El rey no se amilanó. Reforzó sus astilleros hasta que dispuso de un contingente de 2.000 grandes canoas movidas a remo, se puso asu frente y zarpó en dirección al ocaso... para no regresar jamás.

Las especulaciones tomaron dimensiones de leyenda, y se dijo que Abubakr logró colmar su deseo, que alcanzó la otra orilla del océano y decidió quedarse allí para siempre, lejos de los agobios del trono malinké.

Más allá de esta anécdota, que muestra los extremos a que puede llevar la curiosidad, los mandinga se caracterizaron por su riqueza y su sentido de la justicia.

La peregrinación a la Meca de Kango-Mussa hizo historia en todos los países que cruzó, en los que nunca se había visto tal derroche de oro ni armas y atuendos tan suntuosos. A su vuelta, se hizo acompañar por un arquitecto de renombre, el-Saheli, que sentó las bases de la que fue luego la arquitectura tradicional de Malí. Kango-Mussa fue el gran rey que favoreció artes y cultura, facilitó el comercio y garantizó las leyes de modo que los cultos viajeros árabes se maravillaron de encontrar un país seguro y justo como no lo hubieran soñado en estas latitudes. Después sobrevino la decadencia. Las intrigas cortesanas y el creciente empuje de los pueblos fronterizos acabaron con él en 1645, cuando el último príncipe de los keyta, de nombre Mama Magan, volvió a su poblado tras ser derrotado



domingo, 29 de mayo de 2022

La ciudad de Babilonia al detalle

Babilonia (605 a.C- 652a.C) es un nombre grabado para siempre en la historia. La capital del Imperio babilónico, en la antigua Mesopotamia, se convirtió en uno de grandes centros culturales de la antigüedad antes de ser desgarrada por las revueltas y, finalmente, conquistada y saqueada por los asirios en el 689 A.C. Después de un período de estancamiento, Babilonia fue restaurada por Nabopolasar, que derrotó a los asirios e inició el Imperio Neobabilónico. El renovado esplendor de Babilonia alcanzó su apogeo durante los 43 años del reinado de su hijo, Nabucodonosor II.

 

La ciudad de Babilonia al detalle

Centro religioso

Babilonia era también un importante centro religioso. La ciudad de Babilonia  se jactaba de sus 53 templos, sus 955 pequeños santuarios y sus 384 altares públicos, todos ellos desaparecidos desde hace siglos tras la caída del imperio neobabilónico, ya que los edificios estaban hechos de arcilla y requerían un mantenimiento casi constante.

La vía principal de Babilonia partía de la puerta de Ishtar y llevaba hasta la Esagila, un gran complejo religioso de templos que rodeaban el gran zigurat de Etemenanki. Las calles estaban dispuestas en cuadrícula, lo que contribuía al tránsito de las cuadrillas de trabajadores que levantaban los templos y palacios de la ciudad.

La ciudad estaba situada en el río Éufrates, que dividía Babilonia en dos grandes áreas: la ciudad vieja y la nueva. Aquella gran vía fluvial contribuyó a que la ciudad alcanzase una población de medio millón de habitantes, convirtiéndose en uno de los centros urbanos más grandes del mundo. No sólo regaba los Jardines Colgantes, también era fundamental para la supervivencia de su medio millón de habitantes. Las técnicas de irrigación surgieron hacia el 6000 A.C. y contribuyeron a los asentamientos en las áridas llanuras mesopotámicas, propiciando el cultivo y proporcionando a la ciudad una fuente sostenible de alimento.

Durante su reinado, Nabucodonosor II ordenó un ambicioso programa de reconstrucción que incluía la edificación de formidables murallas interiores y exteriores para proteger a la ciudad. Los jardines colgantes y la Puerta de Ishtar, los dos monumentos más legendarios de la ciudad, fueron construidos en este periodo. Se piensa que el rey mandó construir los Jardines Colgantes como un regalo para su esposa Amyitis, que añoraba las montañas de su tierra natal. Aquella magnífica estructura tenía un laberinto de cascadas y una densa vegetación. Se estima que se necesitaban 37.278 litros de agua al día para regar los famosos jardines colgantes

La ciudad de Babilonia al detalle
JARDINES COLGANTES DE BABILONIA

La ciudad de Babilonia al detalle

El riego estaba garantizado gracias a una innovadora bomba de tornillo que elevaba el agua. Nabucodonosor tenía tres palacios principales en la ciudad.

El palacio norte era la residencia de verano. Después del periodo de prosperidad, Babilonia cayó en la ruina tras la muerte de Nabucodonosor.

Puerta de Ishtar

La Puerta de Ishtar era una de las ocho entradas a la ciudad, quizá la más bella de todas, y estaba decorada con ladrillos de vidrio e imágenes de leones y grifos.Servía como entrada ceremonial a los muros interiores de Babilonia y conducía a los santuarios del zigurat y de Esagila. Las 120 representaciones animales en la puerta y las paredes representaban a los animales santos del antiguo dios mesopotámico Adad, a Ishtar la diosa del amor y al dios imperial Marduk.

Más tarde fue gobernada por los imperios persa y macedonio. Sin embargo, Babilonia pervive en la historia, y sus ruinas siguen siendo un lugar de peregrinación. En la década de los 80 Saddam Hussein hizo un nefasto intento de reconstruirla, acometiendo la construcción de su propio palacio, despojando para ello los restos arqueológicos.

miércoles, 4 de mayo de 2022

El quetzal,ave sagrada de mayas y aztecas

En la antigua Mesoamérica existían cazadores profesionales que capturaban vivos a los quetzales para comercializar su bello plumaje, con el que se elaboraban espléndidos tocados.

 

El quetzal,ave sagrada de mayas y aztecas

El quetzal es una de las aves más hermosas del continente americano y un pájaro sagrado para todas las culturas mesoamericanas, porque en este animal se funden el cielo y la tierra.

El quetzal no posee la envergadura del cóndor andino ni la potencia del águila, pero su belleza le hizo objeto de deseo entre la nobleza mesoamericana,y la iridiscencia de sus plumas alimentó mitos y dioses.

El quetzal, según fray Bernardino de Sahagún, cronista español del siglo XVI, «tiene plumas muy ricas y de diversos colores; el pico agudo y amarillo, un tocado en la cabeza, de pluma, como cresta de gallo. Las plumas que crían en la cola se llaman quezalli [y] son muy verdes y resplandecientes y toda la espalda tiene las plumas verdes muy resplandecientes».

Cuando la neblina de los tupidos bosques se levanta, con suerte se puede observar a estas aves alimentándose de aguacates silvestres o realizando maniobras de cortejo, dejando en el cielo coloridas estelas de plumas. Fue tal vez en ese mágico instante cuando los antiguos mesoamericanos quedaron hechizados y vieron en esta ave la reencarnación de uno de sus dioses más antiguos: Quetzalcóatl para los aztecas o Kukulkán para los mayas


El quetzal,ave sagrada de mayas y aztecas

Desde el principio de los tiempos, los pueblos originarios de Mesoamérica (la región cultural que comprende México y América Central) sucumbieron a la belleza de esta ave prodigiosa, cuyos machos están provistos de cuatro plumas caudales de 90 centímetros de largo. Con estas largas plumas se confeccionaban penachos exclusivos para las élites mesoamericanas: mreyes, sacerdotes y guerreros lucieron estos tocados, e incluso la palabra «quetzal» formó parte de los nombres de algunos gobernantes, como Quetzal Jaguar I (K’uk Balam), fundador de la dinastía de Palenque.

El tráfico de estas plumas originó un comercio de lujo controlado por los pochtecas o comerciantes de larga distancia, y de su elaboración se encargaron los amantecas, unos artesanos especializados en confeccionar elementos con plumas. Los quetzales eran tan preciados que cazarlos sin permiso se pagaba con la vida.

Los mesoamericanos pronto comprobaron que la reproducción de esta ave en cautividad era muy complicada, tal como expresa la Relación de Guatemala, del siglo XVI: «Imposible criarlos, ni en jaula ni de otra manera, aunque se ha probado, porque ni quieren comer ni reposar». Por eso los aztecas enviaban a sus mejores cazadores a los bosques tropicales de Guatemala, para que los atraparan sin estropear las preciadas plumas. «Esta granjería de las plumas es muy costosa y trabajosa, y aun peligrosa para los indios, porque, demás de gastar muchos días en caminos y en esperar la caza, muchas veces caen de los árboles y se quiebran piernas y brazos, y algunas veces mueren . Habían de dejar el trepar para los monos, que se ayudan de la cola que Dios les dio como cuerda para colgarse dellas, y dejarían a estas pobres y hermosas aves gozar de su librea verde y dorada». Una vez localizados los pájaros «aguárdanlos cuando están en los nidos y cógenlos dentro, y pélan las a las tristes todo el cuerpo y cola, salvo los cuchillos de las alas, y ansí las envían en camisa [a las aves]».

También había árboles con nidos de quetzal que, sin duda, pertenecían o al rey o a algún noble. En este caso, los pájaros se cazaban «con varas o cuerdas de liga, las cuales ponen en los bebederos, o en los árboles donde tiene el pájaro su comida, que es una frutilla conocida de los indios. Y estos árboles y bebederos son de indios particulares y se venden y heredan».

El quetzal,ave sagrada de mayas y aztecas
 

En la actualidad, el quetzal está considerado una especie en peligro. El problema de su conservación no radica sólo en la caza furtiva y su comercio ilegal, sino también en la deforestación de su hábitat. Si no se remedia, sólo quedará su memoria en los antiguos libros y piedras mesoamericanos o en la bandera y la moneda de Guatemala que, en 1871, la declaró ave nacional.

miércoles, 20 de abril de 2022

El titanus walleri, el ave del terror

Después de la desaparición de los dinosaurios carnívoros, el mundo no volvió a conocer criaturas tan despiadadas, hasta que surgieron en el continente americano estas aves del tamaño del avestruz que transformaron sus alas en garras.

A comienzos de la era terciaria, hace 65 millones de años, América del Sur quedó aislada del resto del mundo. Para fortuna de muchas criaturas salvajes, los dinosaurios carnívoros, así como los vegetarianos, acababan de extinguirse y ningún otro animal carnicero de gran envergadura osó cogerles el relevo. Ni siquiera los mamíferos, que por entonces estaban representados por seres menudos, del tamaño de un ratón campestre o una zarigüella, y que ante el acoso de los lagartos terribles se refugiaron en la oscuridad de la noche.

 

El titanus walleri, el ave del terror

América del Sur se erigió, sin duda alguna, en un paraíso terrenal. Pero la calma duró bien poco. En las puertas del mioceno, hace entre 24 y 29 millones de años, unas aves decidieron ocupar el nicho que habían dejado libre los dinosaurios carnívoros bípedos y evolucionaron hasta trasformarse en unas auténticas máquinas de matar. Así surgieron las Phorusrhacides, una familia de aves no voladoras del tamaño de un avestruz que sembraron el pánico en los bosques y praderas americanas. Su fiereza ha hecho que los paleontólogos las bautizaran como los pájaros del terror. “Fueron las aves más peligrosas que han existido”

Medían hasta tres metros de altura y pesaban 120 kilos

Los primeros y más antiguos restos fósiles de esta familia de aves de presa se hallaron hace un siglo en Patagonia, al sur de Argentina.

Los diferentes huesos recogidos en distintos lugares correspondían a pájaros de entre dos y tres metros de altura y 120 kilos de peso. El cuello era fino y largo como un palo, y la cabeza estaba dotada de un pico enorme que recuerda al que exhiben las águilas modernas. Como ave corredora, sus patas eran robustas y sus dedos estaban rematados por cuatro garras afiladas de 12 centímetros de largo. Sus alas, pequeñas e inútiles, les impedían levantar el vuelo.

El titanus walleri, el ave del terror

Durante decenas de millones de años, América del Sur fue coto privado de caza para los forusrácidos, como la gigante Phorusrhacus inflatus. Ésta atacaba sin piedad a perezosos gigantes, a ejemplares de Diadiaphorus –un mamífero con aspecto de caballo– y a una especie de gacela conocida como Thoatherium.

Cuando se formó el istmo de Panamá, hace entre tres y cuatro millones de años, algunas aves terribles no dudaron en emigrar al norte de América. Entre ellas se encuentra el Titanus walleri, cuyos restos fósiles aparecieron por vez primera hace más de 40 años en la ribera del río Santa Fe, en Gainesville (Florida, Estados Unidos).

Curiosamente, los huesos del Titanus eran de tamaño tan desproporcionado que algunos expertos creyeron que pertenecían a caballos”, dice Robert Chandler, del Museo de Historia Natural de Florida.

Este paleontólogo encontro el primer hueso perteneciente a un ala de este animal. Se trata de un húmero, el hueso más largo de la extremidad anterior. Su estudio ha revelado dos cosas interesantes. La primera es que mostraba una sólida masa ósea interna infrecuente en las aves, que poseen huesos muy ligeros. La segunda se refiere a la longitud del húmero, que hace pensar que el Titanus presentaba unas alas más largas de lo que se pensaba, pues medían casi un metro. Aunque en relación con el peso del animal sigue siendo una longitud insuficiente para vencer la gravedad y volar.

Otro hueso destacable de la colección de Chandler procede de la mano del Titanus. Los dinosaurios antecesores de las aves mostraban tres dedos largos que se fusionaban en parte con la muñeca, lo que convertía el brazo en una especie de barra articulada –el hueso carpometacarpo– recubierta de plumas.

El segundo dedo era largo y formaba la punta del ala. Por su parte, el primer dígito, rígido y corto, estaba cubierto por un penacho de plumas que hacía las veces de balancín, pues ayudaba al animal a guardar el equilibrio en tierra firme Y el tercer dedo se tornó inservible.

Las articulaciones de los huesos de la extremidad anterior estaban diseñadas para que el ala se plegara hacia atrás contra el cuerpo, como sucede en las aves modernas.

Este modelo anatómico no se cumple en el Titanus. Chandler ha descubierto que el punto donde su carpometacarpo hace contacto con el antebrazo es plano. Esto significa que los forusrácidos no podían recoger las alas y tenían que llevarlas desplegadas hacia delante.

La particular disposición de los huesos de los dedos también dice mucho acerca de las alas del Titanus, que distan mucho de ser, como se creía, un órgano vestigial o inservible.

Podían manipular las presas y sujetarlas férreamente con las garras”

Pese a su fiereza, la formación del istmo de Panamá acabó con el reinado de estos pájaros del horror. Los que subieron a Norteamérica se toparon con la voraz competencia de los mamíferos carnívoros, como el Thylacosmilus, que recordaba al tigre de dientes de sable, y el Borhyaena, el predador más activo de esa época. Y los que se quedaron en Sudamérica se vieron sorprendidos por el avance de estas fieras. El cazador pasó a ser cazado. Antes del pleistoceno, hace dos millones de años, estas formidables aves desaparecieron sin dejar descendencia.

viernes, 8 de abril de 2022

Historia breve de los Jemeres Rojos

Los Jemeres Rojos surgieron en los años 60 como el ala paramilitar del Partido Comunista de Kampuchea, en Camboya. Subieron al poder tras la guerra civil desencadenada por un golpe de estado de la derecha, en 1970. La guerra duró cinco años. Una vez tomaron el control del país, Pol Pot puso en práctica su visión de una sociedad compuesta enteramente por campesinos autosuficientes. Las ciudades se despoblaron y sus habitantes fueron enviados a campos de trabajo donde se les obligó a trabajar sin descanso en turnos de 12 horas.

Los Jemeres Rojos exigieron que las granjas triplicaran su producción agrícola, a pesar de estar dirigidas por antiguos habitantes de la ciudad que no tenían ninguna experiencia agrícola. Las familias se dividieron para que los niños estuvieran libres de las ideas corruptoras de sus padres. El dinero, la propiedad privada y la religión fueron abolidas.

La educación estaba prohibida. Hablar un idioma extranjero o, incluso, usar gafas era considerado subversivo. Se estima que un millón de personas fueron ejecutadas y otro millón murió de hambre y agotamiento en los campos de trabajo.

Historia breve de los  Jemeres Rojos

Qué consecuencias tuvo su régimen?

Los Jemeres Rojos perdieron el poder en 1979 después de que Vietnam invadiera el país, pero no desaparecieron por completo. Se retiraron al oeste de Camboya y mantuvieron el control de una región montañosa a lo largo de la frontera con Tailandia. Bajo el nombre ‘Kampuchea Democrática’, los Jemeres Rojos mantuvieron un asiento en las Naciones Unidas hasta 1993 debido a los desacuerdos políticos sobre la legitimación de la invasión vietnamita. Pol Pot fue depuesto por sus propios seguidores y murió bajo arresto domiciliario en 1998, en una pequeña aldea en la jungla.

En 1999 los Jemeres Rojos dejaron de existir: casi todos los líderes se habían rendido o habían sido capturados. En 2014 Nuon Chea, diputado de Pol Pot, y Khieu Samphan, Jefe del Estado jemer, ambos con más de ochenta años, fueron declarados culpables de crímenes contra la humanidad por un tribunal de la ONU y condenados a cadena perpetua. Las acusaciones contra los comandantes de campo y los líderes de segunda fila han sido rechazadas hasta ahora

Historia breve de los  Jemeres Rojos

LOS LIDERES DE LOS JEMERES ROJOS

Pol Pot

Líder de los Jemeres Rojos. A pesar de ser aficionado a la literatura francesa, suprimió cualquier tipo de educación en Camboya.

Nuon Chea 

Conocido como “camarada número dos”. Negoció la invasión vietnamita de 1970 que desencadenó la guerra civil camboyana.

Ieng Sary

Ministro de Relaciones Exteriores y Viceprimer Ministro. Murió en prisión eN espera de juicio por crímenes de guerra


El derecho internacional no considera genocidio los asesinatos masivos de Camboya, ya que no van contra una etnia concreta